29 de octubre de 2019

El actual gobernador de la Provincia de Tucumán, el Dr. Juan Manzur asumió hoy su segundo mandato. La Cámara Tucumana de la Construcción estuvo presente en el acto

El gobernador reelecto asumió su segundo mandato al frente del Poder Ejecutivo ante la nueva composición de la Legislatura.

El primer abrazo fue para su compañero de fórmula, el vicegobernador Osvaldo Jaldo. El segundo, para el hombre que, tres días atrás, alcanzó la cima del poder político en Argentina, y que espera al 10 de diciembre para ejercerlo desde la Casa Rosada, Alberto Fernández.

El gobernador reelecto, Juan Luis Manzur, asumió ayer su segundo mandato al frente del Poder Ejecutivo ante la nueva composición de la Legislatura. Y con el Presidente de la Nación recién electo a su lado, sobre el escenario del teatro Mercedes Sosa, dio una muestra de su capacidad de convocatoria en diversos ámbitos. Líderes religiosos de distintos credos, referentes peronistas de Tucumán y de todo el país, empresarios y gremialistas, además de autoridades locales, asistieron al acto de jura, y escucharon los 45 minutos de discurso del mandatario provincial.

La aguantamos

Cuatro años la aguantamos, expresó Manzur. Y reiteró la frase, exhalando con alivio. Aunque no nombró al presidente saliente, Mauricio Macri, sí enumeró cifras negativas de la administración nacional de Cambiemos en aspectos sociales y económicos. Y remarcó: “a partir de ahora caminamos en sintonía, la Nación y la Provincia, junto al nuevo presidente electo de la Argentina.

Tampoco mencionó en las 7.169 palabras pronunciadas con la banda gubernamental sobre el pecho a su antecesor, el senador nacional José Alperovich, a quien enfrentó en los comicios provinciales del 9 de junio. Cotejó sin embargo ambas gestiones, de manera elíptica, al repasar el estado de situación de la Provincia en 2015 en rubros como exportaciones (un 36,6% más que entonces, señaló), salud (con la reducción de la tasa de mortalidad infantil, de 12,4 por 1.000 a 10,7 por 1.000), y empleo (4,1% más), además de educación (reivindicó el dictado de 180 días de clases al año) y turismo (150% más de visitantes), entre otras cifras. “No obstante las circunstancias adversas en las que me tocó gobernar, nunca renunciamos, y no lo haremos jamás, para lograr el pleno despliegue de las potencialidades productivas, sociales y culturales de Tucumán, asegurar una distribución más justa de las riquezas y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, afirmó.

A poner en marcha

En contrapartida a lo sucedido en los últimos cuatro años, Manzur avizoró que, con el cambio de signo a nivel nacional, el horizonte se presenta más favorable para la provincia.

Mencionó el acuerdo por obras que firmó con Fernández y otros mandatarios en Rosario, antes de las PASO, y que incluye el centro multimodal de cargas, el impulso del bioetanol y la edificación de viviendas para los tucumanos. “A partir de diciembre, todo esto lo vamos a empezar a poner en marcha”, indicó.

En ese sentido, consideró una inmoralidad que en la Argentina tengamos hambre. Y destacó que, en línea con lo proyectado por el Presidente electo, trabajará para erradicar esa carencia.

Estoy totalmente convencido y seguro de que, junto con Alberto y el acompañamiento de todos los gobernadores de las provincias hermanas, la Argentina va a retomar el rumbo de la producción, del trabajo, de la investigación, de la cultura, de la salud, de la vivienda digna. A mí me consta que el nuevo hombre al timón del barco está totalmente comprometido con ese destino. Eso a mí me llena de esperanza. Con el esfuerzo de todos, vamos a llegar a buen puerto, anticipó Manzur, que no mencionó en su alocución a la vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner.

Los padres fundadores

El gobernador destinó buena parte de su discurso al repaso histórico de la provincia y a rescatar valores y logros de épocas anteriores, protagonizadas por la Generación del Centenario (ver página 3) y los próceres del siglo XIX. Apenas sucedida la Revolución de Mayo en 1810, y luego la Independencia en 1816, surgieron profundas diferencias entre nuestros padres fundadores. Diferencias sobre el mejor modo de organizar la unión y producir los frutos de esa libertad, describió el gobernador. Y señaló que si bien aquellos líderes nunca ocultaron ni rehuyeron de sus intereses, buscaron siempre que la Constitución fuera el gran puente que permitiera superar las grietas. Así, añadió Manzur, resolvieron sus diferencias por la vía de la institucionalidad. Después de 200 años, estamos aquí, honrando aquel legado institucional de nuestros antepasados, agregó. Consignó que una de las cuestiones a superar a nivel nacional son las asimetrías entre regiones. Ya aquellos padres fundadores percibieron y enfrentaron este desafío con seria preocupación, dijo. Y aclaró: el problema no era la riqueza del centro, sino la profunda desigualdad respecto del resto de los territorios.

Si nos viera Balestrini

En el acto de asunción de Manzur, los mensajes políticos no sólo llegaron a través de lo verbal. Delante suyo, en las butacas del teatro, se ubicaron 48 de los 49 legisladores de la nueva composición -no participó Ricardo Bussi, cuyo hermano, el ex legislador Luis José Bussi, falleció ayer-. A espaldas del mandatario provincial, en una tarima montada sobre el propio escenario, se ubicaron los referentes nacionales que había invitado a la ceremonia.

El jefe del Ejecutivo saludó con especial énfasis a dos dirigentes bonaerenses con los cuales comenzó su carrera política, el diputado Fernando Espinoza y la esposa de este, Verónica Magario -intendenta saliente de La Matanza y vicegobernadora electa de provincia de Buenos Aires-, ambos protagonistas en la polémica por el uso del avión de la Provincia, luego del acto político del 11 de septiembre. Manzur rememoró sus años como funcionario de aquel populoso distrito bonaerense. Si nos viera (el fallecido ex intendente) Alberto Balestrini, expresó, con nostalgia.

Hubo agradecimientos puntuales para otros referentes, como Sergio Massa, Daniel Scioli y Ginés González García. También para sus familiares más cercanos, como su madre, María Luisa Juárez, su esposa Sandra Mattar, y sus hijos; y para el Eparca de la Iglesia Maronita, monseñor Habib Chamieh. Pero los saludos más enfáticos fueron para Jaldo y Alberto, símbolos de los dos ejes políticos sobre que Manzur edificará su poder en los próximos cuatro años: Provincia y Nación.

LA GACETA: Manzur: ahora caminamos en sintonía, Nación y Provincia